Que otra cosa puedo hacer…

Si no olvido moriré…

Gustavo Cerati – Crimen

Y este crimen quedará sin resolver…

QUISERA SER…

Quisiera ser alguien que inspire confianza, quitarme esa imagen de “urgido” que ellas ven en mí, pasar de ser el amigo a ser visto como un hombre… como un hombre.

Quisiera ser más guapo, que la confianza que a veces transmito fuera como un tatuaje que no se quita, que se lleva a todas partes. Que mi sonrisa cautive a más de una persona, que siempre tenga la palabra exacta, el abrazo preciso y no forzado, el “timing” como dicen los cómicos gringos.

Quisiera ser audaz, no tener tanta necesidad de afecto. No ser atrabancado, no jugar todo en una sola carta, no arriesgar el corazón ni perder la cabeza por un amor. Quisiera volar a través de mis sentimientos y domarlos como se doma a un potro salvaje, con la rienda en la mano fuerte.

Quisiera que mi corazón se tomara unas vacaciones. A veces quisiera dejar de ser sensible, tan frágil y tan susceptible, quisiera dejar se ser yo y ser alguien más. El Tlalocman me dejó hace mucho tiempo aunque aún sigo usando su manto, pero el disfraz ya no tiene el mismo efecto de antes…

Quisiera entender el juego, quisiera no escribir esto. Quisiera dejar de soñar tanto y ver más nítidamente a la realidad. Quisiera dejar de pensar… y de extrañar lo que nunca tuve.

Quisiera ser como Mauricio…

Quisiera ser como Bond…

Quisiera ser Bogart o el Ojos Azules…

Todos menos yo.

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AYÚDAME JOSÉ ALFREDO…

Ayúdame José Alfredo…

No soy el primero que te pide ayuda, mi abuelo lo hacía cada vez con un litro de pulque. Ayúdame José Alfredo, con tu caballo blanco, con tu botella de tequila, con un sarape que cubra las penas del alma. Regresa de tu mundo raro y hazme compañía cuando sale la luna, para cantar una serenata huasteca a la que se fue.

Ella está con otro y mi corazón se ha llenado de tristeza… no me quites mi dolor para regodearme en él, para tener un pretexto perfecto para mandarlo todo a la chingada, para saber qué se debe y qué no se debe hacer. Dime en cambio cómo sacar todo esto que tengo dentro, dime esas verdades que todos sabemos y que sólo los más machos ueden decir.

Me siento herido como El Jinete, es como una daga invisible que hace heridas profundas, dolorosas. Cuando vi esas fotos y cuando leí ese pié de página… yo sentí que mi vida se perdía en un abismo, profundo y negro… como mi suerte. Ahora no sé cómo deshacerme de todo esto, yo estaba en las nubes con ella pero ahora ando volando bajo.

Cuando llegó a mi vida como ser desconocido, yo ya no quería saber nada del amor, estaba tan harto, tan fastidiado y el pinche destino (esa pinche fuerza extraña) me la pone frente a mi puerta. A pesar de que la odio por las circunstancias, tú José Alfredo, me enseñaste a olvidar el rencor a intentar de algún modo apagar todas esas las velas que dejé encendidas.

¡Tómate una botella conmigo! No nos larguemos en el último trago, sino perdámonos hasta que, de nuestra mano sin fuerza, caiga la copa al brindar por ella. Acabemos la parranda como quien acaba con los sentimientos que ya no sirven de nada.

La adoré, la perdí… ya ni pedo.

Ayúdame José Alfredo hasta olvidarla y salúdame a mi abuelito allá en el cielo.

TÚ LO SABES…

Tú lo sabes… y te gusta
tú sabes que yo sé
yo sé que sabes… yo lo sé
y desde el principio te diste cuenta de eso.

Los dos lo sabemos
y lo hemos comentado a otros
pero sólo nosotros conocemos la verdad
como si viéramos en un mundo de ciegos.

Lo sabes y te aprovechas
lo sé y me dejo llevar
lo único que no sabemos
es a dónde nos llevará todo esto.

Tú lo sabes y te dejas ver
yo lo sé y toco la puerta
y te hablo y te escribo
y tú me sonríes… porque lo sabes

Tú lo sabes, lo lees entre líneas
yo lo sé, leo las letras pequeñas
me conoces y te conozco
evitaremos romper los platos.

Es mi atención con una mira
es tu manejo de poder
es un juego sin reglas
Tú lo sabes… y me gusta. =)