Recuerdas esta canción?

Me acuerdo re bien, y escucharla sin ti… obviamente no es lo mismo amigui!

Siempre que la escucho me acuerdo de cuando nos conocimos =)

REGRESA…

Recuerdo que Chetes no me caía, pero cómo es que en un momento, en el que menos te lo esperas, lascosas que no te gustabante empiezan a llamar la atención, así me pasa con esta canción, una para momentos tristes, para corazones sordos, para días lluviosos y para derrotas inminentes.

Te quiero y te extraño.. Regresa:

CHETES – REGRESA

Tal vez no sabes lo que eres para mí

Que todo cambia cuando estas cerca de mí

No necesitas dudar de mí

Dime cuántas veces te lo tengo que decir

Regresa

Tal vez no sabes que yo todo doy por ti

Es tan distinto cuando estas lejos de mí

Regresa

No necesitas dudar de mí

Dime cuántas veces te lo tengo que repetir

Regresa

INDOMABLE

No, no eres un caballo, pero eres tan fuerte, tan intensa, tan indomable…

Es como esperar un gran golpe, como ver venir hacia ti un automóvil dispuesto a arrollarte. Eres la llamarada que se expande, gracias al viento y consume con su poder todo el bosque.

Eres como la niebla, densa, fría, tan provocadora de incertidumbre. Eres el azar, eres la probabilidad de riesgo, eres el peligro latente, la luz amarilla del semáforo. Eres la interrogante a una pregunta sin respuesta.

Eres como un dios devorador de mundos, tan primordial para el equilibrio universal, pero a la vez al servicio de sus propias necesidades apocalípticas. Eres la espada filosa, que corta hasta el mismo viento. Aún así eres mi droga, adictiva pero terminalmente mortal.

A vece te veo venir como una ola gigantesca y temo… temo que en otras ocasiones desates tu furia, que me cortes con tus palabras, que me castigues con tu desprecio, que me mates con tu silencio, que me sepultes con tu indiferencia, que maldigas el día en que nos conocimos.

Te quiero tanto como al infierno. Quiero quemarme en tu flama, que en un momento me odies y que en otro cures mis heridas en el cielo. Quiero pagar mi daño con lágrimas, quiero que me veas con buenos ojos, quiero que mis letras no te sean indiferentes.

Porque estoy impresionado por tu pasión desbordada, por tu cóleras desmedida, por tu adentros que no permiten riendas, por la forma en que a veces me odias, por la explosión tuya en mi.

Y sufro, me siento dolido y pido perdón por cada palabra, por cada cicatriz, por cada herida profunda, por desangrarme sobre tus pies, por la profunda humillación de mi tumba, por mis gritos desde tu caldera de fuego, por mi necedad… porque lo siento.

Y así, tan indomable como eres, mis palabras se postran ante ti, haciendo reverencia, pidiendo perdón en nombre de quien las escribe, porque un perdón tuyo resucitará a aquel que te quiere y que, como muestra de su querer, te ha regalado sus letras.

Ahora tú eres la domadoras de mis letras.